sábado, 13 de diciembre de 2014

Mother and Father

Mother matter and Father pattern, substance and form, the path that unites you is wide and deep and full.

So wide, deep and full, that it mixes you, to the point that I may not be able to tell between you. What was first, egg or hen... creating things or things created?

The shapes and patterns and proportions of things are there: behind things, within things, under and over everything. Transparent and omnipresent lattices. But they would not be, they could not be, unless matter was also there, saying: "ok, so it is up till here, down till here, along till this point, and no further".

Who gives, and who receives? Does the shape bestow its gift, or does the substance? The joy of their union is such, their mutual commitment is so clear, that boundaries blur. The bliss of creation is all I can perceive.

As humans, let us partake in that bliss!

domingo, 16 de noviembre de 2014

Monteverdi knew this

when he wrote his Cantate domino: it might be the same, but we rediscover it every time. Miracles never stop happenning.

Cantate Domino canticum novum, cantate et benedicite nomini ejus: quia mirabilia fecit.
Cantate et exultate et psallite in cythara et voce psalmi quia mirabilia fecit.

Sing a new song to the Lord, sing and praise His name: for He has done miracles.
Sing and exult and praise with harps and the voices of psalms, for He has done miracles.

Mirabilia fecit!

sábado, 20 de septiembre de 2014

Free will or the imperfect recipients

Light/Radiance/Being is there. It can be here, too. In order for it to be here, I need to grasp it, to be aware of it. This takes effort, stretching  in order to reach, hands up in the air.

I can decide to reach up, to stretch inwardly. That is free will. That is also the Will of Light/Radiance/Being.

This is a paradox: when my will is free, then it is also the Will, and there is none other. In fact, when I decide to reach up or inwardly stretch, I am more free, yet have somehow surrendered my will. This is the big yes: the Will says yes, I say yes. They are the same yes, not two different ones.

There are other types of yes. I might want something which does not require stretching or reaching: most things allow this view. Then my free will allows me to go for it! There is also a yes, and it is a small one: it is a yes to this, but a no-no to all of that. Then I move through trial and error.

Imperfect recipients of the power to create, humans are still creating unpleasant experiences, so that in time humanity might turn towards the big yes. In the meantime, we undergo the experimentation, and learn... so that our choices may be better, next time.

jueves, 11 de septiembre de 2014

The allegiance of the mirror

The vast power of the subconscious springs from its receptivity, not from its activity.

It is the endpoint of the wand, where it touches the cup and brings things forward into being.

It is the pencil that runs over the pattern, revealing what is beneath, as one does with a leaf and a sheet of paper.

If the superconscious is the origin, the subconscious is the collector, the container of that energy. The Foundation, Yesod, Yod of Sod, seed of the secret.

Then Malkuth is the seen result. But the subconscious did all the hidden work.

This is so only in the absence of any conscious interference, in the event of a transparent wand. Which is a rather rare event, statistically speaking for mankind.

May it be more and more frequent.

Is there a bias?

With his three laws, plus universal gravitation, Newton described a mechanical, predefined universe, driven by the motion of the unmoved mover. From this first movement would ensue, automatically and faultlessly, all the other moves, unfolding in an unstoppable succession. This is what has been implied, at least when speaking of the macrocosm, by mainstream science taught in school.

Such a model has revealed itself as totally inadequate, as we have delved into subatomic particles and their indeterminate behaviour.

In the Tree of Life, this duality between what is governed by laws and that which is uncertain, can be reflected in the balance between Hesed and Geburah. The law stands, but can be bent to an extent we are just beginning to fathom.

There is a bias, an inclination towards Hesed. In a choice between two acts, if there is enough compassion, the one which is more loving will win. The act in Geburah achieves balance between cause and effect, and so advances in the repair, tikun olam, of the world. But the act in Hesed takes shortcuts that Geburah is unaware of, in order to speed things up, centrifugating the tikun, so the Great Work is both perfectly and justly completed, through the Law of Love.

Contemplation of both aspects, from beneath both law and compassion, is possible at the very centre of the Tree, where one can see the beauty of severity and mercy, and their unbalanced balance. And marvel.


lunes, 7 de julio de 2014

¿Hay margen?

Sí que hay margen. Mi abanico de posibilidades es ancho... dentro de mis límites.

Dentro de mis limitaciones, soy libre.

En la medida en que miro a mis límites y los tomo como lo que son, soy libre.

sábado, 21 de junio de 2014

¿Y la muerte?

La muerte es un portal.

Si creo que lo cruzaré cuando muera, estoy en el error.

El verdadero valor de la muerte es que nos enseña a dejar lo viejo atrás. Y para eso no hace falta morirse.

Renacer es algo que hacemos cada minuto, muchas veces. Nuestras células lo saben.

Escojo ver el vaso medio lleno. Lleno de todo lo necesario. No me quedo mirando atrás, lo que he perdido, como no me voy a lamentar de los zapatos que me quedaron pequeños al ir creciendo.

Ahora, mientras mi cuerpo muere y renace, a cada instante, escojo atravesar el portal del cambio. De ese modo, la muerte es vida y la vida, un portal tras otro.

Decirle "sí" a la muerte hace que ésta se desvanezca, lo único que queda es un amanecer.

En el álbum "In Ictu Oculi" de Los Músicos de Su Alteza, hay una canción: Hombre, que la vida pasas durmiendo. El estribillo es precioso.

lunes, 26 de mayo de 2014

¿Me sostengo?

No me sostengo por mí mismo. Y, si me quiero sostener, gastaré mucho esfuerzo.

Hay infinito sustento, apoyo y protección. No usarlos es como caer por los agujeros de una red, pudiéndonos agarrar a ella.

La red de la providencia que, providencialmente, nos apoya, protege y sostiene.


jueves, 15 de mayo de 2014

¿Y la prioridad?

La prioridad es tener un corazón operativo.

Una mente espabilada tampoco está mal: incluso ocupada en asuntos tontos, o dañinos. A la corta o a la larga, llevará a la conclusión... de que la prioridad es un corazón operativo.

Una voluntad fuerte, dirigida a donde sea, a lo que sea, también llevará a la misma conclusión.

Cuando está en su lugar, el corazón suspende el tiempo. El instante es eterno. Cualquier cosa es un milagro. Se ha encendido la llama.

miércoles, 30 de abril de 2014

¿Y la perfección?

La perfección está, para lo humano, en un resultado. Decir que algo ha quedado perfecto.

A Dios, la perfección no le pesa. Es algo liviano y fácil, algo en proceso. Algo unido alegremente a la Ley del Cambio.

Dios puede ser perfecto sin ser perfeccionista.




viernes, 11 de abril de 2014

¿La voluntad, de quién?

Hágase Su Voluntad. Que sea lo que Dios quiera.

Entonces, ¿dónde está mi libre albedrío? No lo encuentro, me lo debo de haber dejado en la otra chaqueta.

Las diferencias entre Su Voluntad y "las opciones entre las que me debato" van a borrarse como un dibujo en la arena. Cuestión de tiempo.

El que rinda su voluntad, encuentra Su Voluntad.

jueves, 3 de abril de 2014

¿Y la danza?

Hay una danza que sale del cuerpo, que hace que se quiera estirar, que quiera botar, fluir, expandirse y encogerse.

Hay una danza que sale de la emoción, que hace que se expresen, con el cuerpo, la alegría y la tristeza, el miedo o la rabia.

Hay una danza que sale del pensamiento que analiza, hace que se midan los pasos, se recuerden y ejecuten minuciosamente, así y no asá.

Hay una danza que sale del deseo, de la aspiración por expresar algo bello, verdadero, bueno, lo que los humanos entendamos por eso.

Hay una danza que bebe de las anteriores y que, además, mira a otros lugares. Usa el cuerpo sin forzarlo, transmite emoción, pisa en el sitio justo, y aspira a un ideal. También hace algo más: mira a la luz, y le pide, por favor, que ponga todo en el momento y espacio preciso.

Sin cuerpo pero en el cuerpo. Sin emoción pero en la emoción. Sin pensamiento pero pensando. Sin deseo pero deseando, aspirando.

En esa danza puede pasar algo diferente, para el que la baila y para el todo, porque quien baila, lo bailado y el todo no son cosas separadas.

¿Y la polaridad?

Desde que nacemos, vivimos en polaridad.

La primera polaridad que conocemos es la polaridad arriba-abajo. Nosotros: abajo, los que vinieron antes que nosotros: arriba. No hay posibilidad de cambiar de lugar respecto de nuestros antecesores.

Reconocer a nuestra madre terrena, la madre que nos dio a luz, y a nuestro padre terreno, el co-iniciador del embarazo junto con nuestra madre, es condición necesaria para reconocer a nuestra madre cósmica y nuestro padre cósmico.

El padre y la madre cósmicos no tienen un cuerpo de carne. Viven dentro de cada cual, aunque no los veamos. Están, los veamos o no.

Cuando tenemos hijos, se invierten los papeles. Pasamos a ser padre, o madre, sin dejar de ser hija o hijo.

Los padres dan y los hijos reciben. Ojo: recibir puede ser duro. Puede ser que nos den ganas de querer devolver algo a nuestros padres.

No es posible.

El río de la existencia avanza hacia adelante, no puede fluir hacia atrás, y no es deseable que lo haga.

Si queremos devolver algo, no será a nuestros padres. A ellos podemos reconocerlos, agradecerles, pero no devolverles lo que nos han brindado (la posibilidad de tener vida, de tener sustancia física). ¿Cómo pagaríamos eso? No se puede.

Se puede devolver hacia adelante: se puede agradecer a la vida y a la sustancia la oportunidad que se nos brindó, y tener hijos, proyectos, hacer cosas dignas y agradables con nuestras vidas, con nuestros cuerpos físicos.

La medida en que nos permitimos recibir de nuestros padres, y dar a nuestros hijos es la medida en que nos permitimos recibir de la vida-sustancia y desarrollar eso que nos han dado, desarrollarnos en y con eso, que nos han dado.

La segunda polaridad que encontramos al estar en este mundo es la horizontal: izquierda-derecha, un lado-otro lado. Los dos lados son iguales y están en equilibrio, es una balanza.

En el equilibrio, las dos partes dan y reciben por igual, por turnos. Es lo que sucede en una pareja: la mujer y el hombre darán y recibirán.

Si alguien sólo recibe, está confundido: está haciendo de hija, de hijo. Se acuerda de la polaridad vertical, y actúa en consecuencia, de modo que se pierde la polaridad horizontal.

Si alguien sólo da, está confundido: está haciendo de padre, de madre. Vive en la polaridad vertical, y actúa en consecuencia. Se pierde el vivir la polaridad horizontal.

En la polaridad horizontal no vale sólo dar, o sólo recibir. El equilibrio consiste en saber hacer ambas cosas. Es imposible verlo desde fuera. Una pareja es algo misterioso: sólo ellos saben si su equilibrio está equilibrado.

En esta doble polaridad arriba-abajo, un lado-otro lado, vivimos todos.

martes, 18 de marzo de 2014

¿Está vacío?

Está vacío, todo está vacío.

El estar vacío es su poder, un tremendo poder, infinito.

El vacío deja pasar todo... deja pasar al ser.

miércoles, 12 de marzo de 2014

viernes, 28 de febrero de 2014

¿Es imposible?

¿Acaso hay algo imposible para el Universo, para Dios?

La limitación humana es creer en lo limitado, y no en lo que no entiende de fronteras; en lo que hay, sin reparar en el potencial que alberga.

De llegar a ser todo, de llegar a ser uno.

lunes, 24 de febrero de 2014

¿Es suficiente?

Si pienso que no es suficiente, ¿qué he hecho con esa energía, de la que disponía cuando encarné, que me iba a servir para encarar este momento?

Siempre hay suficiente.

viernes, 21 de febrero de 2014

¿Estoy solo cuando muero o estoy solo cuando vivo?

O las dos cosas.

Cuando muero, me doy cuenta de lo que realmente me ha importado.

Estando vivo, ¿me distraigo con los diez mil seres, o me concentro en mi ser, en el ser?

No hay nada fuera. Lo que hay fuera, es porque está dentro.

¿Quién eres tú?

No hay tú.

Está el universo.

Si digo: "tú eres tonto", ¿a quién insulto?

Sólo está el universo, el universo en mí.

Entonces, ¿a quién insulto?

Cualquier condena, de otro o de mí mismo, es un malentendido.

¿Las yods caen?

Sí. Caenlasyods son ideas sobre las que meditar, caídas de algún lugar luminoso...